¿A qué parte de la sociedad le interesa que existan cuerpos extremadamente delgados? ¿Por qué se vende o promueve a la mujer con un cuerpo falso retocado, irreal de extrema delgadez? Son los intereses de las empresas textiles del mundo de la moda, o de las empresas que elaboran productos alimentarios de dieta? ¿A quién le interesa que la mujer sea un objeto modelable, dirigible, apto para ser observado o utilizado como reclamo publicitario en la venta de objetos, o como objeto sexual? Es bien conocido como el culto al cuerpo perfecto,como la tiranía de la belleza inunda las pantallas de tv en los anuncios, en los vídeos musicales ( se acercan más a vídeo eróticos que a musicales), en las pasarelas, en las tiendas de moda.
Soy consciente de la dureza de mis preguntas lanzadas al aire, y que estas podrían ser tachadas de una cierta connotación feminista. Son preguntas que como profesional que me dedico al tratamiento de los trastornos alimentarios, me formuló ante esa población mayoritariamente femenina de pacientes que sufren un trastorno alimentario. Son preguntas formuladas desde la rabia ante tanto sufrimiento.
Da igual el diagnóstico, diferentes nombres, Anorexia, Bulimia, Trastorno por atracón, para esconder la misma realidad. Mujeres que no se quieren, que no se valoran, que se pierden más aún a ellas mismas buscando alcanzar ese ideal de belleza impuesto en el momento actual por la sociedad.
Como profesional que veo a nuestras pacientes sufrir en un pozo de sentimos, de dietas restrictivas marcadas por ayunos extremos, combinadas con atracones de grandes cantidades de comida como efecto del cuerpo ante dichas restricciones.
Minutos que se conforman en días donde todo se convierte en qué hacer para comer lo menos posible, que hacer para adelgazar, para quemar, para muscular. Combinaciones de laxantes, de vómitos, doble vidas, la que muestran a los demás y la oculta de síntoma. Mujeres que buscan ser vistas, queridas, aceptadas desde ese ideal de cuerpo, desde la delgadez, desde la perfección.
No me cansaré de luchar por reivindicar el derecho a ser, a simple,ente ser mujer, cada una con sus cualidades y sus defectos, con su personalidad que la hace única y diferente a las demás, porque piensa, vive y siente desde su autenticidad como persona. Desde nuestro servicio, SETCA, Servicio Especializado en el tratamiento de los trastornos alimentarios, luchamos para que nuestras pacientes aprendan a mirarse, a verse, a descubrirse desde su autenticidad, desde dentro, no desde fuera, desde ellas no desde los demás.
Lucha conjunta también realizada desde mesas de debate vinculadas a la prevención de los trastornos alimentarios, a la promoción del respeto a la diversidad y a patrones corporales sanos y diversos, no únicos.
La curación de los trastornos alimentarios pasa por aquí, por el reivindicar el derecho a al imperfección, el derecho a hablar, a cuidarse desde la Salud y a dejar de machacarse desde el control. Pasa por aprender a poner los sentimientos y la comida en el lugar que le toca a cada uno, sin mezclarlos. El alimento o el control respecto al mismo tienen que dejar de ser un refugio o una manera de anestesiarse emocionalmente.
Hay que enseñar a cuidarse, desde lo más primario, desde la alimentación y el conocimiento de las necesidades básicas. Después ya buscaremos los deseos, anhelos y el sentir placer ante la comida, el cuerpo y la vida. Pero siempre entendiendo la Salud desde la aceptación interna de uno mismo, no desde la imposición externa de unos valores estéticos enfermos y manipuladores.
Ya está bien. Ya está bien.
Reyes Raspall.
Psicóloga Clínica.