Por ti.
Porque me has manipulado el pensamiento. Porque has hecho de mí lo que has querido. Porque yo no era lo suficientemente fuerte, y te hice caso en todo lo que me ordenaste que hiciera. Porque ante todo has sido siempre mi prioridad. Porque nunca me has dejado decir «basta, hasta aquí he llegado». Porque, durante mucho tiempo, he sido una esclava tuya, y todas tus «palabras» eran órdenes para mí. Porque estando tú presente yo no he podido salir y disfrutar con mis amigos. Porque me has transformado aparentemente en una persona fría y sin sentimientos.
Yo estoy gorda, ¿verdad? Esto es lo que tú llevas haciéndome creer durante dos años, y sigues insistiendo para que yo lo vea de esta manera.
Lo sé, cada vez que te hago caso, tú te vuelves más importante, y yo como siempre acabo actuando de títere, siguiendo tus órdenes como si no existiera otra cosa.
Me haces sufrir, haces que viva angustiada, haces que me esté todo el día pensando si los actos que hago son los correctos o no para complacerte. No me dejas disfrutar de mis 17 años como lo debería estar haciendo, y haces que cada día que pasa me sienta más mierda y perdida, porque en realidad te pierdo poco a poco, pero perdiéndote pierdo seguridad y sigo estando mal.
Pero te diré una cosa, esto se ha acabado. Estoy harta de que sigas manipulándome los pensamientos. Estoy harta de que hagas conmigo lo que a ti te dé la gana. Harta de hacerte caso siempre. Harta de que tú seas mi prioridad y no mi familia o aquellas personas que me quieren y que quieren lo mejor para mí, no como tú. Harta de ser tu esclava. Harta de no poder salir con mis amigos porque tú estás presente. Harta de ser frente a todos una persona fría, fuerte, una superwoman, cuando esto es algo irreal, que no podré conseguir nunca, porque no existe, y tú quieres que lo sea, pero eso no podrá ser nunca porque siempre querrás más y más, y la que sufrirá las consecuencias seré yo.
Yo sé que lo que estoy haciendo ahora a ti no te va bien. Al contrario, a ti te mata, poco a poco, pero de eso se trata.
Acabarás marchando de mi vida un día de estos porque lo conseguiré. Lo conseguiré con ayuda de terapias, donde tú serás bombardeada mientras yo explique lo que me haces hacer y ponga solución a mis actos. Te criticaré con mis amigas para que te sientas humillada, como me has hecho sentir a mí millones de veces y te vayas avergonzada de mi cabeza. Y les contaré a mis padres lo que me haces hacer con la comida que ellos me ponen en el plato, pero como ya lo sabrán me vigilarán y no me lo dejarán hacer.
Un día de estos te irás al igual que llegaste a mí, poco a poco, pero irás y me dejarás para siempre.
Por ti, Anorexia. La lucha ha comenzado.