El tratamiento de pacientes que han desarrollado cualquier trastorno de la conducta alimentaria (TCA) precisa darse de forma integral, entendiendo que cada ser humano es un todo único, completo e indivisible. Así, ese tratamiento o acompañamiento deberá tener en cuenta las distintas áreas que configuran la persona, tales como los pensamientos, conductas, cuerpo, su campo familiar, su campo social, etc.…