A mi yo:

A mi yo:
Quiero escribirte este texto porque a veces es más fácil escribir que hablar. La verdad es que no sé hablar contigo porque nunca he intentado llegar a ti si no era para hacerte una crítica o un reproche. Las pocas palabras que hemos intercambiado nunca han sido para entendernos y conocernos y ahora me resulta muy difícil poder hablarte. Me resulta bastante incómodo y torpe. Es como abrir un baúl desastre en el que has estado apartando todo lo que te hacía daño y con lo que no querías convivir, y ahora tratas de abrirlo para sacar todo lo que habías guardado e intentas ordenar cada cosa en su estantería a ojos de todos.
La verdad es que no sé ni por dónde empezar, no porque no quiera sino porque no sé qué decirte. Me parece triste no tener a penas palabras para ti, son 28 años los que hemos compartido y sin embargo no sé ni cómo dirigirme a ti. Hemos vivido muchas cosas durante este tiempo y sé que jamás te he valorado ni lo más mínimo. Hice una división entre mi yo interior y mi yo físico y dejé que mi yo físico tuviese una importancia enorme pero solo para castigarlo y odiarlo. Te aparté de mi concepto de mí porqué no te aceptaba, no te quería y solo sentía odio por ti. Son tantos los años en los que tengo conciencia de odiarte que no creo que disten mucho de los que tenemos, te podría decir que casi ni recuerdo momentos en los que no sintiese que no te aceptaba. Nunca has sido suficiente para mí pero después de tanto tiempo se me hace complicado seguir viviendo con tanto odio acumulado. Y sin quererlo llegó el momento en el que estallé y perdí el control de toda la situación, de mi yo interior y de mi yo físico. Y sin esperarlo me he visto en la necesidad de reconciliarnos. Es por eso quiero disculparme.
Quiero disculparme por todas las veces que te miré y solo vi defectos juzgándolos y culpándote por ello. Por todas las veces que te dañé intencionadamente por no quererme. Por todas las veces que te he castigado no comiendo o dándome atracones. Por todas las veces que he hecho ejercicio físico, aunque estuviese exhausta y no pudiese más. Por todo el tiempo que estuve sin mirarnos en el espejo desnudas porque me producía asco. Por todas las restricciones alimenticias. Por todas las veces que he sentido culpabilidad y remordimiento por comer. Por todas las comparaciones con otros cuerpos. Por todas las veces que he pasado horas vistiéndome porque detestaba como me quedaba la ropa. Por toda la vergüenza que he sentido por ti. Porque no hayas sido suficiente para mí. Por no ser capaz de ver todo lo que eres más allá, de que lo podrías ser. Siento todo el sufrimiento que te he hecho pasar. Siento que no me gustes. Siento no haber querido sentirte ni escucharte.
Tengo la sensación de que ahora estoy sintiendo todo lo que te he hecho sentir durante estos años. Casi como si fuese una venganza, y supongo que es injusto que ahora que siento todo ese dolor que te he hecho pasar necesite reconciliarnos sin haberte tenido presente ni haberme preocupado de quererte durante este tiempo, y sé que es imposible de compensar todo el odio y dolor que he proyectado en ti, pero de verdad, quiero aprender a quererte. A qué seas parte de mí y estar agradecida por ello. A valorarte, pero sobre todo a respetarte.

Lo siento.
Espero que puedas perdonarme.

Fdo: una de nosotras.

Be Sociable, Share!