Hace unas semanas hablábamos de la operación bikini y sus riesgos para el inicio de un trastorno de la conducta alimentaria, de como los inputs publicitarios, campañas que muestran un modelo de belleza sinónimo a delgadez, nos llevan a creer que necesitamos una dieta para poder lucir perfectos en verano.
Hoy queremos reflexionar sobre el peligro de iniciar una dieta tras las vacaciones de verano. Una época en la que parece que nos vemos obligados a tener unas semanas de austeridad, de dieta y deporte para limpiar todos esos excesos del verano. Y, de nuevo, nos encontramos con un grave riesgo de desarrollar o reactivar un trastorno de la conducta alimentaria.
Una cadena de dietas pre y post vacacional que es como un bucle sin fin, ya que después iniciaremos una restricción con el objetivo de preparar nuestro físico para las navidades, con sus consecuente puestas a punto (restriccion), y después para recuperar nuestro peso tras los excesos navideños, y después volveremos a preparar nuestros cuerpos para la primavera, y así una cadena infinita de dietas y dietas que los cánones de belleza y la moviola del “consumo” de la estética nos llevan a ese anhelo insaciable de mantener y obtener la delgadez constantemente.
No sé por qué tenemos esa creencia socialmente compartida que nos lleva a creer que podemos alterar la voluntad nuestros cuerpos, que el cuerpo es modificable, y que podemos elegir el cuerpo que deseamos en el momento que así lo decidamos.
Sí, este deseo de adelgazar o de mantenerse delgado se ha convertido en un eje central tanto para el individuo como para esta sociedad de consumo y de cánones de belleza extremadamente delgados. La restricción alimentaria es compartida, animada, difundida, es un aspecto más de nuestro ámbito sociocultural. Y este anhelo de delgadez constituye el primer factor de riesgo para la apariciónon de un trastorno alimentario como la anorexia o la bulimia, y de sufrimiento para muchas personas que quizás no lleguen a debutar en un trastornos de la conducta alimentaria pero que, sin embargo, se verán obligadas a dietas y más dietas para prepararse para el verano, para curarse de los excesos de éste, etc
En la sociedad actual no aspiramos a ser sino a parecer, a identificar en nuestro hijos o familiares o amistades aspectos como:
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rechazo a mantener peso saludable, conductas para bajar de peso: dietas, saltarse comidas, tomar sustitutos de ingestas, ….
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miedo a subir de peso, emociones relacionadas con ese miedo: ira, irritabilidad, tristeza, ansiedad….
- percepción errónea de la figura o peso: nos veremos más gordos, feos, … una desproporción y exageración de lo que hay, del cómo son.
Todos estos factores pueden ser indicadores de un gran sufrimiento, la puerta de entrada para desarrollar un TCA (trastorno de la conducta alimentaria). Por todo esto hoy queremos recalcar la importancia de estar alerta estas semanas de estos comportamientos en nuestros hijos, parejas, amigos,… Animaros a romper la barrera social que, muchas veces, nos impide hablar del tema y acudir a un especialista que pueda ayudar a prevenir o tratar estos trastornos.
Saber un poco más sobre qué son los TCA, lo trastornos de la conducta alimentaria
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